¿Qué está fallando en la educación española?
Estamos hartos de escuchar en las noticias y leer en la prensa que la educación española siempre se encuentra a la cola de la de otros países. A la vista de estas noticias, nos planteamos una serie de cuestiones: ¿Qué nos diferencia de otros países como por ejemplo Finlandia? ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Podemos hacer algo para remediarlo?
Es innegable que la crisis económica con sus consecuentes recortes en educación han afectado negativamente a la educación española, las bajadas de sueldos de los docentes han provocado una disminución en la ilusión que éstos tenían por su oficio, así como el cierre de algunas escuelas y la reubicación de alumnos y profesores ha supuesto un estado de desconcierto.
Centrándome en la comparativa del sistema educativo español con el sistema educativo finlandés, cabe comenzar comentando unas cifras significativamente alarmantes como son la tasa de abandono escolar, los salarios de los docentes o el número de alumnos por aula.
En cuanto al abandono escolar, en España un 21.9% de alumnos sólo consigue llegar a superar el primer ciclo de educación secundaria antes de abandonar los estudios frente al 10% de alumnos finlandeses.
Los salarios de los docentes son otro dato a tener en cuenta ya que un profesor en Finlandia cobra de media 2700€ frente a los 1500€ de España. Dato que está íntimamente relacionado con la preparación de los docentes en un país y en otro, mientras que para llegar a ser profesor en Finlandia debes de estar enormemente preparado, para serlo en España basta con que tengas unos estudios mínimos que te permitan acceder a la universidad.
El número de alumnos por aula en Finlandia no debe sobre pasar los 25, en España se está implantando esta medida pero ¿quién no ha asistido a un aula en la que se rondan los 40 alumnos?. La superpoblación en las aulas se relaciona con una menos atención personalizada por parte del profesor con el consecuente descenso de los resultados académicos.
La piedra angular de la educación en Finlandia es el profesor con un buen sueldo, formación y motivación para impartir los conocimientos, un profesor de primaria de Finlandia debe tener 6 años de estudios universitarios así como conocimientos completos sobre Pedagogía. Pero también los gastos del Estado en educación son esenciales, en la siguiente imagen se puede observar una comparativa entre dos alumnos, uno perteneciente al sistema educativo de Finlandia y otro al de España:
Concepto
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Finlandia
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España
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Curso
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9º, el último de la Enseñanza
obligatoria
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4º ESO
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Horas de clase
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7 horas
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7 horas
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Horas diarias dedicadas a
deberes
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Media hora
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2 horas
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Total horas lectivas desde los
7 hasta los 15 años
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6.126 horas
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7.731 horas
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Idiomas
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Sueco, inglés, francés y otro optativo
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Lengua natal e inglés o
francés como optativa
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Ingreso en la Universidad
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71 por ciento de los alumnos
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50 por ciento de los alumnos
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Inversión del Estado en su
formación obligatoria
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40.866 euros
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35.155 euros
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Sueldo de los profesores
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3.400 euros
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1.800 euros
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Costes para las familias
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Gratuidad, incluso en la
escuela privada
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Gratuidad de la enseñanza
pública, pero no de servicios complementarios, como comedor, material escolar
y transporte. Conciertos educativos con centros privados no gratuitos, lo que
permite abaratar algunos gastos,
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De estos datos podemos destacar la menor cantidad de horas lectivas de Finlandia y su superioridad en número de idiomas aprendidos. Así mismo podemos fijarnos en el porcentaje de alumnos que acuden a la universidad y en la gratuidad de los estudios. También llama la atención la inversión del estado en la formación de los alumnos.
Todo esto contribuye a que estemos expuestos a noticias tales como que tres de cada cuatro alumnos de 15 años finlandeses afirman leer a diario por el mero placer de hacerlo, a diferencia de los adolescentes españoles que no tienen este hábito. También podríamos comentar las horas a las que se acuestan los alumnos o a lo que dedican su tiempo libre, llegamos a la misma conclusión de que existe una gran diferencia entre los alumnos de un país y del otro.
Un punto que llama especialmente mi atención es que en el sistema educativo finlandés no existe diferenciación entre unos alumnos y otros, no separan a los alumnos por sus competencias ni hay repetidores, si un alumno plantea un problema se soluciona en el momento con los demás profesores, padres, directos y psicólogo del centro.
Como conclusión sólo quedaría comentar que pese a que los datos son alarmantes no debemos darnos por vencidos, sino que debemos continuar tratando de mejorar el sistema educativo español hasta que los informes muestren un gran avance.
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